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Desmitificando el café: 10 falsos mitos, al descubierto

mujer sentada tomando café

El mundo del café está rodeado de tradiciones, técnicas y, por supuesto, una buena dosis de mitos. Algunos de estos mitos tienen raíces históricas, mientras que otros son el resultado de percepciones modernas sobre la calidad y la preparación del café.

Abordaré en este artículo diez mitos comunes en torno al café, buscando aclarar malentendidos y proporcionar una perspectiva basada en hechos y conocimientos actuales sobre el café.

Mito 1: El café es malo para el corazón

Este mito se ha perpetuado por preocupaciones sobre el impacto de la cafeína en la presión arterial y el ritmo cardíaco.

Aunque el café puede causar un aumento temporal en la presión arterial, estudios a largo plazo han mostrado que el consumo moderado de café no está asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y, de hecho, puede ofrecer algunos beneficios protectores.

Un análisis amplio de varios estudios, publicado en la revista «Circulation», encontró que el consumo moderado de café (3 a 5 tazas al día) estaba asociado con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

No hay un proceso mejor que otro, pero sí afecta al sabor y aroma

Mito 2: Los granos de café natural son inferiores a los lavados

Existen varios métodos para procesar granos de café después de la recolección, incluyendo el método natural (secado al sol con la cereza intacta) y el lavado (donde la fruta se remueve antes del secado). Cada método aporta sabores distintivos al café.

Mientras que el método lavado es elogiado por producir un café con sabores más limpios y ácidos, el método natural puede resaltar la dulzura y complejidad del grano.

No hay un método superior; la preferencia depende del perfil de sabor deseado por el consumidor y el barista.

Mito 3: El café oscuro tiene más cafeína

La creencia popular sostiene que los cafés tostados oscuros son más fuertes y, por lo tanto, contienen más cafeína. Sin embargo, el contenido de cafeína en el café se ve más afectado por el tipo de grano (arábica vs. robusta) y la relación de agua a café durante la preparación.

El proceso de tostado influye más en el sabor y la acidez; un tostado oscuro tiende a resultar en un sabor más intenso y menos ácido, pero no necesariamente significa un mayor contenido de cafeína.

Mito 4: El café causa osteoporosis

La preocupación aquí radica en la teoría de que la cafeína puede interferir con la absorción del calcio, potencialmente llevando a una disminución de la densidad ósea. Sin embargo, la evidencia sugiere que el efecto del café en la salud ósea es mínimo para aquellos que mantienen una ingesta adecuada de calcio.

Varios estudios concluyen que el efecto del café en la excreción de calcio es pequeño y puede ser compensado fácilmente con una pequeña cantidad de leche. Por lo tanto, el consumo moderado de café no es un factor de riesgo significativo para la osteoporosis en individuos con una dieta equilibrada.

Mito 5: Moler el café en casa no marca una diferencia significativa

Moler el café justo antes de su preparación es fundamental para preservar su frescura y complejidad de sabores. El café comienza a perder sus compuestos aromáticos volátiles inmediatamente después de ser molido.

Mientras que el café pre-molido puede ofrecer conveniencia, moler los granos justo antes de la preparación asegura que se capture la gama completa de sabores y aromas. La diferencia en la calidad del sabor es notable, convirtiendo el acto de moler en casa en una práctica valiosa para aquellos que buscan disfrutar plenamente de su café.

Granos de café frente a un molinillo de café
Sí, moler el café justo antes de tomarlo es mucho mejor

Mito 6: Más caro siempre significa mejor calidad

El precio del café puede ser indicativo de su calidad, origen único o métodos de producción sostenible, pero un precio más alto no garantiza automáticamente un café superior. La calidad del café depende de una multitud de factores, incluyendo el cultivo, la recolección, el procesamiento, el transporte, el almacenamiento y la preparación.

Algunos cafés pueden ser más costosos debido a su rareza o las prácticas éticas de la cadena de suministro, pero el gusto personal juega un papel crucial en la percepción de la calidad. Es posible encontrar cafés excepcionales a precios razonables si se investiga y se experimenta con diferentes marcas y orígenes.

Mito 7: El café robusta es de inferior calidad comparado con el arábica

Los dos tipos principales de café, arábica y robusta, tienen perfiles de sabor distintos y se cultivan en diferentes condiciones climáticas. Mientras que el arábica es más ampliamente elogiado por su sabor suave y complejo, el robusta, que tiende a ser más amargo y fuerte, se considera a menudo de menor calidad.

Sin embargo, esta percepción ignora el hecho de que el robusta puede producir un excelente espresso con un crema rico y tiene un contenido de cafeína más alto, lo que puede ser preferible para algunos consumidores. La calidad del robusta, al igual que el arábica, varía ampliamente y depende del cultivo específico, el procesamiento y la preparación.

Mito 8: El café es deshidratante

Uno de los mitos más persistentes sobre el café es que tiene propiedades deshidratantes debido a su contenido de cafeína, un diurético leve. Sin embargo, estudios recientes sugieren que el efecto diurético de la cafeína es mucho menor de lo que se creía anteriormente, especialmente en personas que consumen café regularmente.

Un estudio publicado en el «Journal of Human Nutrition and Dietetics» concluyó que, para individuos acostumbrados a la cafeína, el consumo de café en cantidades moderadas (hasta 4 tazas diarias) no conduce a la deshidratación. En realidad, el café puede contribuir a la ingesta diaria de líquidos tanto como el agua u otras bebidas.

Mito 9: El almacenamiento en el refrigerador mantiene el café fresco

Almacenar el café en el refrigerador es un consejo comúnmente compartido para preservar su frescura. Sin embargo, esta práctica puede ser contraproducente. El café es higroscópico, lo que significa que absorbe humedad, olores y sabores del ambiente que lo rodea, lo que puede afectar negativamente su calidad.

Además, los cambios de temperatura al sacar el café y volverlo a colocar en el refrigerador pueden provocar condensación dentro del contenedor, deteriorando aún más los granos o el polvo. La mejor manera de almacenar el café es en un recipiente hermético, en un lugar fresco y oscuro.

Mito 10: La calidad del café solo depende de su origen

Si bien el origen del café es un factor importante que afecta su perfil de sabor, no es el único determinante de su calidad. El proceso desde la granja hasta la taza incluye numerosos pasos críticos que pueden realzar o comprometer la calidad del café. Esto incluye el método de procesamiento, el tostado, el almacenamiento y, por supuesto, la preparación.

Un café de un origen renombrado puede no cumplir con las expectativas si los otros pasos no se manejan con cuidado. Por otro lado, cafés de regiones menos conocidas pueden sorprender gratamente cuando se cultivan y procesan con excelencia.


Estos son los principales falsos mitos que se me ocurren respecto al café. ¿Se te ocurre alguno más? Si es así, compártelo en los comentarios.

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